El Paraíso del Diablo
Empezamos el año con la reseña de El Paraíso del Diablo, del autor Craig Russell. Russell se ha convertido en mi escritor favorito de entre los que están de moda actualmente en las librerías. Tras El Aspecto del Diablo y Hyde, esta novela continúa con el característico estilo de misterio e intriga que ofrece siempre su autor.
Aunque el argumento del libro transcurre en tres líneas temporales, la trama principal se centra en la historia de una solucionadora de problemas que trabaja para unos importantes estudios de cine, en el ámbito del Hollywood clásico de los años 20. La mujer es la encargada de investigar la muerte de una de las estrellas de cine más importantes, llevando al lector hacia un viaje por el mundo del cine de la época, donde nada es lo que parece. Crimen, corrupción, un filme maldito e incluso algo de sectas y brujería se entremezclan en este relato de 400 páginas, que llegan a ser excesivas. A diferencia de las otras dos obras de Russell que he mencionado antes, El Paraíso del Diablo no llega a ser tan buena, y la narración se vuelve confusa en muchos momentos. Además, las otras dos líneas temporales apenas añaden cierto interés a la línea principal, y creo que simplemente se deberían haber narrado los hechos como parte de la investigación central de la protagonista.
Además, hay muchos elementos de la trama que quedan en el aire sin ser explicados, algo inusual en Russell. Otro punto negativo sería el exceso de nombres y detalles del Hollywood clásico que son reales, y que nada aportan al desarrollo de la historia. Parece más un documental de cine que una historia de detectives.
Lo mejor:
La dosis de suspense y terror, marca del autor.
Los personajes están bastante bien construidos.
El universo del Hollywood de los años 20, con sus excesos y su corrupción.
Lo peor:
Demasiado largo, le sobran entre 50 y 100 páginas.
El final se hace previsible, llega un momento en que el lector se da cuenta realmente de lo que pasa, y sucede mucho antes de la conclusión.
La inclusión forzada del personaje principal, la solucionadora. Se hace inverosímil que en el contexto de la narración el trabajo que desempeña lo realice una mujer. No es imposible, pero queda algo forzado.
En conclusión, es un buen libro digno de su autor, pero no alcanza la excelencia de sus obras anteriores. Aún así, sigue siendo una lectura muy recomendable para los amantes de las historias de misterio y crimen, con ligeros toques de terror.
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