Las Búsquedas Heroicas en Glorantha

 

¡Saludos, viajeros de Glorantha! Comienza el mes de septiembre y el Grimorio de Eihir vuelve a abrir sus puertas. En esta ocasión traemos un artículo sobre las Búsquedas Heroicas en el mundo fantástico de Glorantha, para acercar de forma básica este concepto a los aficionados noveles. Además, el artículo viene complementado con un pequeño relato para ejemplificar de forma sencilla como sería una Búsqueda Heroica.

Comencemos.

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LAS BUSQUEDAS HEROICAS EN GLORANTHA


En este artículo vamos a analizar las Búsquedas Heroicas dentro del mundo de fantasía Glorantha.

Las búsquedas heroicas son rituales o viajes místicos donde los personajes emulan o recrean los mitos y las acciones de los dioses y héroes de Glorantha. En este mundo, los mitos no son solo historias antiguas, sino verdades vivas y fuerzas activas que dan forma a la realidad.

Características Principales:

* Viaje al Reino de los Dioses: Durante una búsqueda heroica, el participante abandona el plano mortal y entra en el Tiempo Divino (también conocido como Plano Heroico). Este es un lugar donde el tiempo y el espacio funcionan de manera diferente, y los eventos míticos se desarrollan una y otra vez.

 * Emulación de Mitos: El objetivo principal es revivir un mito específico de un dios o héroe. Esto implica seguir los pasos del mito, enfrentar los mismos desafíos y tomar las mismas decisiones (o intentar cambiarlas) que el personaje mítico.

 * Influencia en la Realidad: El éxito en una búsqueda heroica puede tener consecuencias profundas y tangibles en el mundo mortal. Un personaje puede adquirir nuevos poderes rúnicos, obtener bendiciones divinas, alterar eventos pasados o futuros, o incluso resucitar dioses. Por otro lado, un fracaso puede ser desastroso.

 * Peligro Extremo: Aunque las recompensas son inmensas, las búsquedas heroicas son extremadamente peligrosas. Los participantes pueden perderse en el Plano Heroico, volverse locos, o incluso ser destruidos si no comprenden y recorren correctamente el mito.

 * Conexión con las Runas: En Glorantha, las Runas son los bloques de construcción fundamentales del universo. Las búsquedas heroicas están intrínsecamente ligadas a las Runas y al poder que estas confieren. Al emular a un dios, un héroe se alinea más estrechamente con las Runas asociadas a esa deidad.

 * No solo para Personajes Poderosos: Si bien las búsquedas heroicas de gran escala que cambian el mundo suelen ser realizadas por héroes de alto nivel, incluso rituales más simples o "mini-búsquedas heroicas" pueden ser llevados a cabo por personajes menos poderosos para obtener beneficios menores.

Ejemplos Comunes:

 * Búsqueda del Portador de la Luz: Una de las búsquedas heroicas más famosas, donde los héroes viajan al Inframundo para restaurar la luz al mundo.

 * Emular a un Dios en Batalla: Un guerrero podría realizar una búsqueda heroica para revivir una batalla famosa de su dios patrono, con la esperanza de obtener la misma destreza en combate o una bendición para una guerra actual.

 * Sanación o Fertilidad: Un chamán podría embarcarse en una búsqueda heroica para restaurar la fertilidad de la tierra o curar una plaga, siguiendo los pasos de un dios de la fertilidad o la curación.

En resumen, las búsquedas heroicas en Glorantha son mucho más que simples misiones; son la forma en que los mortales interactúan con el tejido mismo de la realidad y el mito, con el potencial de lograr hazañas verdaderamente épicas y cambiar el destino del mundo.


Hay varios relatos y mitos en Glorantha que se utilizan como ejemplos o inspiraciones para búsquedas heroicas. Uno de los más icónicos y fundamentales es la Búsqueda del Portador de la Luz.

Este mito es central para muchas culturas en Glorantha, especialmente las de adoradores de Orlanth y los Dioses del Aire, y es un ejemplo perfecto de cómo una búsqueda heroica funciona en un nivel cósmico.


La Búsqueda del Portador de la Luz: Un Ejemplo de Búsqueda Heroica


El Contexto (La Gran Oscuridad):

Glorantha pasó por un período catastrófico conocido como la Gran Oscuridad. Durante este tiempo, el Sol murió, el mundo se cubrió de tinieblas y frío, las cosechas fallaron, los demonios y monstruos vagaron libremente, y la vida estaba al borde de la extinción. Era un tiempo de desesperación absoluta.

El Problema Mítico:

El Sol, el dios Yelm, había muerto y estaba atrapado en el Inframundo. Los otros dioses eran incapaces de traerlo de vuelta por sí mismos.

Los Héroes de la Búsqueda:

Un grupo de dioses menores y héroes, liderados por Orlanth (dios del aire, la tormenta y el rey de los dioses), decidieron emprender una búsqueda para rescatar a Yelm del Inframundo y restaurar la luz al mundo. Este grupo incluía a:

 * Orlanth: El líder, quien a menudo se representa como el que "golpeó" el camino.

 * Eurmal: El Tramposo Divino, cuya astucia y engaños son cruciales.

 * Lhankor Mhy: El dios del conocimiento y los registros, que proporciona la sabiduría necesaria.

 * Chalana Arroy: La diosa de la curación y la piedad, que protege al grupo de los peligros del Inframundo.

 * Humakt: El dios de la muerte y el honor, que conoce los caminos del Inframundo.

 * Issaries: El dios del comercio y los caminos, que negocia y encuentra las rutas.

La Aventura Mítica (El Viaje al Inframundo):

 * Descenso: Los héroes deben encontrar y abrir un camino al Inframundo, a menudo a través de pruebas y desafíos que representan los límites de la vida y la muerte.

 * Los Guardianes: Se enfrentan a numerosos demonios, monstruos y guardianes del Inframundo que intentan impedir su paso. Cada héroe utiliza sus habilidades y runas divinas para superar estos obstáculos. Por ejemplo, Humakt puede enfrentarse a las huestes de la muerte, mientras Chalana Arroy cura las heridas y la desesperación.

 * Los Desafíos: Atraviesan paisajes desolados y peligrosos, enfrentando la desesperación, el miedo y la tentación. Eurmal a menudo es crucial aquí, usando su engaño para sortear trampas o confundir enemigos. Lhankor Mhy proporciona la sabiduría sobre cómo navegar los caminos ocultos y comprender las leyes del Inframundo.

 * Encuentro con la Muerte y Yelm: Finalmente, el grupo llega al centro del Inframundo, donde Yelm está atrapado, a menudo custodiado por entidades poderosas de la muerte. Es un momento de confrontación y negociación.

 * El Sacrificio (a menudo implícito): Para traer a Yelm de vuelta, puede haber un sacrificio o un precio que pagar, aunque el mito se centra más en la victoria.

El Éxito y las Consecuencias (El Retorno de la Luz):

Tras superar todos los desafíos, el grupo logra liberar a Yelm. El Sol asciende de nuevo al cielo, la Gran Oscuridad termina, y el mundo es restaurado con luz, calor y vida. Las cosechas vuelven a crecer, los monstruos se retiran, y la civilización humana puede prosperar de nuevo.


¿Cómo sirve esto de ejemplo para una historia basada en una búsqueda heroica?

* El Mito como Guión: Los personajes de la historia pueden embarcarse en una "búsqueda heroica" para recrear la Búsqueda del Portador de la Luz. No es que literalmente viajen al Inframundo físicamente, sino que sus espíritus o sus conciencias entran en el Plano Heroico.

* Asumir Roles Míticos: Cada personaje podría asumir el "rol" de uno de los Portadores de la Luz (o de un aspecto de ellos). Un guerrero podría encarnar a Orlanth, un sanador a Chalana Arroy, un ladrón a Eurmal, etc.

* Superar Desafíos Míticos: Los desafíos en el Plano Heroico son simbólicos pero muy reales en su efecto. Un "combate" contra un demonio de la oscuridad no es un intercambio de golpes con espadas, sino una lucha de voluntades, runas y conceptos. El "daño" no es físico, sino espiritual o mental.

* Obtener Poderes: Si tienen éxito, los personajes ganarán el poder y las bendiciones asociadas con el mito. Por ejemplo, podrían obtener la capacidad de controlar la luz, disipar las sombras, o adquirir una resistencia sobrenatural a la oscuridad.

* Impacto en la Realidad: El éxito en una búsqueda heroica de este tipo podría, a pequeña escala, curar una plaga local, traer prosperidad a una aldea que sufre de escasez, o incluso devolver la esperanza a un grupo desesperado. En una escala mayor (para personajes de alto poder), podría literalmente cambiar el clima de una región.

* El Fracaso: Si los personajes fracasan, las consecuencias pueden ser terribles: pueden perder sus poderes, enloquecer, quedar atrapados en el Plano Heroico, o incluso morir espiritualmente.


La Búsqueda del Portador de la Luz es un arquetipo fundamental en Glorantha, y sirve como el modelo más claro de lo que implica una búsqueda heroica: un viaje mítico, desafíos simbólicos, y un impacto profundo y transformador en el mundo mortal. Ilustra cómo una búsqueda heroica es un viaje no solo físico, sino mítico y existencial, donde los participantes interactúan directamente con los fundamentos del universo de Glorantha para lograr un impacto profundo en la realidad. Los personajes de Glorantha pueden, y a menudo lo hacen, intentar emular parcial o totalmente esta búsqueda para obtener sus propios beneficios.


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El Viaje de Lyra: El Hilo del Crepúsculo

(Un relato para ejemplificar lo que sería una Búsqueda Heroica en Glorantha)


El viento en el Paso del Dragón siempre aullaba con el lamento de los Ancestros, pero esa noche, para Lyra, Hija del Río, sonaba diferente. Sonaba a desesperación. Hacía tres ciclos lunares que el sol, Yelm el Luminoso, se negaba a ascender por completo sobre las Cumbres del Trueno. Una penumbra perpetua, teñida de un gris enfermizo, cubría la tierra. Los cultivos languidecían, los rebaños enfermaban, y el antiguo miedo al Gran Invierno, a la Gran Oscuridad, se aferraba a los corazones de los Orlanthi como una helada mortal.

Lyra no era una gran guerrera, ni una sabia chamana. Su don residía en su conexión con el Río, con el flujo constante de la vida y la memoria del agua. Era una Cantora del Río, una de las pocas que aún recordaba los Antiguos Caminos, los senderos rúnicos que cruzaban la barrera entre el mundo mortal y el Plano Heroico, el Reino de los Dioses. Su piel, tostada por el viento, y sus ojos, del color del musgo del río, brillaban con una determinación feroz.

La noche anterior, el espíritu de su abuela, una antigua Cantora, se le había aparecido en sueños, envuelto en una niebla plateada. "Lyra, hija mía," había susurrado la voz resonante, "el Hilo del Crepúsculo se ha roto. La tela del día y la noche se desgarra. Solo aquellos que comprenden la esencia de Issaries, el Caminante, y Chalana Arroy, la Curandera, podrán tejerlo de nuevo. El mito de los Portadores de la Luz resuena. Debes seguir sus pasos, no para traer el sol de vuelta por la fuerza, sino para restaurar el equilibrio perdido."

Lyra sabía lo que esto significaba: una búsqueda heroica. Un viaje al corazón del mito. No para dominar a los dioses, sino para entender su esencia y, a través de ese entendimiento, reparar la realidad. Era una tarea de locos, un suicidio para la mayoría. Pero la desesperación de su gente era más grande que cualquier miedo.


El Umbral del Plano Heroico

A la mañana siguiente, bajo un sol anémico que apenas proyectaba sombras, Lyra se despidió de su clan en la orilla del Río Vengador. Llevaba solo una cantimplora de agua sagrada, un puñado de hierbas curativas y el amuleto de su abuela: una piedra de río pulida con el símbolo de la runa de Agua.

Su primera parada fue el Círculo de Piedras Susurrantes, un lugar ancestral donde la barrera entre los mundos era más delgada. Allí, Lyra entonó el Canto del Viajero, una melodía antigua que invocaba a Issaries. Se concentró en la Runa del Movimiento, visualizando caminos que se extendían más allá de lo visible.

El mundo a su alrededor comenzó a ondular. Las piedras parecían respirar, susurrando secretos del tiempo. El aire se hizo denso, cargado con el peso de la historia. De repente, el paisaje mortal se disolvió, y Lyra se encontró en un sendero neblinoso, un camino que no existía en el mundo físico. Había cruzado el umbral. Estaba en el Plano Heroico.


Los Senderos de Issaries

El camino era una manifestación del mito mismo. Cada bifurcación, cada obstáculo, era un reflejo de los desafíos que Issaries, el Caminante, había enfrentado en sus viajes primigenios. Lyra no debía "caminar" en el sentido normal, sino "recorrer" el mito.

Pronto llegó a un vasto mercado etéreo, donde figuras borrosas comerciaban con ideas y emociones. Una figura imponente, con el rostro cambiante y los ojos llenos de estrellas, la observó. Era Issaries, o al menos su manifestación en este plano.

"El intercambio es la ley, Cantora," resonó su voz, que era un coro de innumerables conversaciones. "Para pasar, debes ofrecer un comercio justo. ¿Qué tienes para dar que valga el paso por mis caminos?"

Lyra no tenía oro ni gemas. Pensó en su don, en su conexión con el Río, en las historias que guardaba. "Ofrezco la verdad de mi dolor, la desesperación de mi gente, y la promesa de que mis pasos honrarán el camino," dijo, poniendo su mano en el corazón.

Issaries asintió lentamente. "Un intercambio honesto. El dolor es moneda en el Reino de los Dioses, si se ofrece con pureza. Pasa, Cantora del Río, y que mis caminos te guíen."

El mercado se desvaneció, y Lyra continuó. El siguiente desafío fue un puente roto sobre un abismo de recuerdos olvidados. Era el punto donde Issaries, en el mito, había perdido su camino por un tiempo. Lyra invocó la Runa del Vínculo, la conexión. Cerró los ojos y recordó las historias de su abuela, las canciones del río que unían generaciones. Visualizó el flujo ininterrumpido del agua, la conexión entre el pasado, presente y futuro. Lentamente, un tenue hilo de luz se extendió a través del abismo, formando un puente precario pero transitable.

"No es la fuerza lo que crea caminos, sino la comprensión del destino compartido," murmuró para sí misma mientras cruzaba.


El Jardín de Chalana Arroy

El sendero de Issaries finalmente la condujo a un lugar de quietud, un jardín de penumbra suave donde la luz lunar etérea iluminaba plantas de brillos tenues y fuentes que susurraban. Aquí, la atmósfera era diferente, impregnada de una profunda compasión. Lyra sintió la presencia de Chalana Arroy, la Curandera, la que alivia el sufrimiento.

En el centro del jardín, había un lago de aguas estancadas, cubierto de una neblina densa y opresiva. Este era el reflejo del "Hilo del Crepúsculo roto", la herida que sangraba en el tejido del día y la noche. Sentía el dolor del mundo, la enfermedad del sol.

Chalana Arroy no se manifestó como una figura grandiosa, sino como una presencia sutil que impregnaba el aire. La Curandera se comunicaba a través de sentimientos y visiones. Lyra vio el sufrimiento de la tierra, la agonía del sol, la confusión de los elementos. Sintió la llamada a sanar.

El desafío no era luchar, sino restaurar. Lyra sabía que debía recrear el momento en que Chalana Arroy, en el mito, había sanado la herida del mundo después de la Gran Oscuridad. Sacó su cantimplora y vertió un poco de su agua sagrada en el lago estancado. Luego, cerró los ojos e invocó la Runa de la Vida y la Runa del Agua, su runa primordial.

Comenzó a cantar. Era el Canto del Río, una melodía de flujo y renovación, de vida que emerge de la muerte. No cantó para invocar poder, sino para expresar la esencia de la curación, la empatía y la restauración. Visualizó el agua del lago fluyendo, limpiando la neblina, sanando la herida. Con cada nota, el agua del lago comenzó a agitarse, burbujeando con una suave luz dorada. La neblina se retiraba lentamente, revelando un fondo brillante.

Lyra se inclinó y con su mano, la tocó. No había dolor, solo una tristeza profunda que ella, como Cantora, podía comprender. Ella no buscaba imponer su voluntad, sino armonizar la herida.

En el fondo del lago, Lyra vio un tenue hilo de luz pulsante: el Hilo del Crepúsculo, roto y deshilachado. Era una hebra de luz y oscuridad entremezcladas, la esencia misma del día y la noche. Con manos temblorosas pero firmes, Lyra tomó los extremos rotos del hilo. Concentró toda su voluntad, toda su comprensión del flujo y la restauración. No los unió con fuerza, sino que los tejió con cuidado, como lo hacía su abuela al reparar las redes de pesca. Se sintió como si no fuera ella quien tejía, sino que el mito mismo la guiaba.

La luz dorada del lago se intensificó. Una suave calidez se extendió por el Plano Heroico. La presencia de Chalana Arroy la envolvió con una sensación de paz inmensa, una bendición.


El Regreso y la Nueva Aurora

Con el Hilo del Crepúsculo reparado, el Plano Heroico comenzó a desvanecerse a su alrededor. El aire se hizo menos denso, el sendero menos definido. Lyra sintió un tirón familiar, la atracción de su propio mundo.

Se encontró de nuevo en el Círculo de Piedras Susurrantes. El viento seguía aullando, pero ahora, por primera vez en meses, no sonaba a lamento. Sonaba a un suspiro, a un canto de liberación.

Lyra miró hacia el este. La oscuridad aún cubría el horizonte, pero algo era diferente. No era la misma oscuridad inerte de antes. Había una promesa, una vibración.

Y entonces sucedió. Un rayo de luz dorada, vibrante y llena de vida, se disparó sobre las Cumbres del Trueno, cortando la penumbra. No era la luz tenue y vacilante de los últimos meses, sino el brillo completo y glorioso de Yelm el Luminoso. El sol ascendió con toda su fuerza, bañando el valle en una calidez olvidada.


Los gritos de asombro y alegría se elevaron desde la aldea. La gente salió de sus casas, con los ojos llenos de lágrimas al ver el sol de nuevo en su esplendor. Los cultivos parecían enderezarse, las aves comenzaron a cantar con renovado vigor.

Lyra sintió un profundo cansancio, pero también una inmensa paz. Había logrado lo impensable. Había viajado al corazón del mito, no para forzarlo, sino para sanarlo y restaurar su equilibrio.

Su búsqueda heroica no le había otorgado un poder destructivo, sino una comprensión más profunda de las Runas de Issaries (Movimiento, Conexión) y Chalana Arroy (Vida, Curación). Ahora, su conexión con el Río era más profunda, su canto más potente. Podía sentir el pulso de la realidad, el flujo del Hilo del Crepúsculo, que ahora se extendía brillante y fuerte.

Mientras el sol ascendía, Lyra miró el río, cuyas aguas brillaban como espejos dorados. El Gran Invierno había sido evitado, la Gran Oscuridad había retrocedido. La Cantora del Río, con su humilde pero poderosa búsqueda, había devuelto la luz al mundo. Y sabía que, de ahora en adelante, cada amanecer sería un testimonio de que incluso el hilo más delicado puede, con la comprensión y la fe, tejer el destino del mundo.


FIN







Comentarios

  1. Muy bueno, me ha encantado la poesía que enmarca todo el viaje.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, se que es un acercamiento básico a las BH en Glorantha, algún día espero poder escribir una gran búsqueda épica.

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